© Paco J. Muñoz – Manda huevos.net
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Nada más propio para acompañar el sensacional vino de Toro (Zamora) que unas calandracas, su tapa típica. Unas pocas, claro. Una tapa que te llena de energía y te ayuda a recorrer las calles de esa monumental ciudad o, si te decides a prepararla, las de la tuya. Es contundente y gustosa, sobre todo recién hecha, mientras el queso está fundido, y siempre sentará mejor acompañada de un poco de movimiento.
Cómo lo cocinamos
(Para dos personas) 3 salchichas, 1-2 lonchas de jamón dulce, 3 lonchas de queso, 1 vaso de vino blanco, 100 gr de harina, 1 vasito de cerveza, levadura y sal.
Preparamos la masa Orly. En un bol ponemos la harina, la levadura, la sal y le vamos echando cerveza mientras batimos hasta conseguir una masa suave pero consistente (1).
Separadamente doramos las salchichas en aceite y después las cocemos en el vino (2). Cuando estén a punto las cortamos en trozos de unos 4 cm aproximadamente. Cortamos con el mismo ancho el jamón dulce y el queso y envolvemos las salchichas fijándolo todo con un palillo (3).
Finalizamos bañando en la masa el pincho que hemos preparado y friéndolo en abundante aceite. Para que la cobertura quede mejor, es conveniente sumergirlas una a una con cuidado en el aceite, hasta que se forme una fina capa y retiramos; cuando ya tenemos todas levemente doradas ya podemos sumergirlas en la freidora hasta conseguir el color definitivo (4).
Es conveniente que este tipo de frituras estén completamente cubiertas de aceite, de ese modo chuparán menos grasa. Mejor utilizar un cazo o una freidora, no una sartén.
Cómo está hecha la fotografía
Esta es una de esas fotografías que cuando las imagino las veo llenas de luz, radiantes. Una fotografía que nos lleva a un día soleado en un lugar sencillo y acogedor. Por eso elegí un ambiente muy luminoso y con predominio del blanco.

Por regla general, y sobre todo cuando fotografiamos fritos, es conveniente que el producto no esté muy hecho. En este caso las calandracas están doradas lo justo una a una; las que utilicé para la foto no están hechas en freidora, simplemente aguantadas con pinzas y sumergidas en un cazo con aceite, cuidando el tiempo exacto que las dejara del color que perseguía.
La luz ambiente está realizada rebotando un flash en un paraguas deep de 125 cm. con difusor colocado sobre las 7 del reloj de Millerson. De contra, sobre las 10,30h, un flash con cono se encarga de siluetear los objetos con un ratio de luz de 2:1 dando el toque de luz especular y, enfrentado a él, un reflector blanco que ayuda a envolver de luz la escena.

Canon 5D Mark II con EF 100mm f/2.8L Macro IS USM
Enfoque a 1,09 m
f:5
Velocidad: flash
ISO 160
Original RAW procesado con DxO Photolab v. 1.1.0 Elite.