Recupero un artículo de mi antiguo blog, escrito en 2010, porque es algo que no ha variado y que conviene tenerlo en cuenta también en fotografía culinaria. Se trata del tema de qué espacio de color seleccionar en la cámara. Normalmente las cámaras nos permiten seleccionar sRGB o AdobeRGB ¿Cuál elegir y porqué?
Hay que tener claro que el RAW guarda los datos del sensor sin procesarlos. Eso significa que guarda los datos de color como datos de luminosidad recibidos tras pasar por la matriz de Bayer y, puesto que no se realiza la interpolación para crear el color, no tiene ningún espacio de color hasta que no se procese.
Sin embargo sí que es frecuente que cuando hacemos una foto revisemos el histograma. Ese histograma sí que depende del espacio de color que tengamos configurado en la cámara, puesto que es el histograma del jpeg que está incrustado en el RAW y que sirve para que podamos previsualizar la imagen que hemos capturado en la pantalla de la cámara. Todos los archivos RAW llevan un JPEG incrustado.
Los espacios de color propios de cada cámara (es decir, la capacidad de reproducción del color de nuestras cámaras) superan normalmente el gamut de AdobeRGB (al menos en las cámaras que he caracterizado yo) unas más y otras menos, pero el sRGB lo duplican o mucho más. Si configuramos la cámara en AdobeRGB el histograma que nos muestra se acercará más al real, que corresponde al RAW, que si tenemos puesto sRGB en la cámara. Muchas veces el histograma de la cámara muestra recortes que cuando abrimos el RAW vemos que no los hay, ese es el motivo.

¿Eso significa que nuestra cámara va a tener más latitud en función del espacio de color? No. La cámara tiene la latitud que tiene y que corresponderá a su propio gamut; pero cuando se muestra el histograma correspondiente a la conversión a un gamut menor se pueden producir recortes que darán la sensación de que el contraste de la escena supera el rango dinámico del sensor cuando en realidad no es así.
En caso de trabajar en jpeg mejor configurar también AdobeRGB excepto en los casos en que estemos seguros que la salida de la imagen es exclusivamente la web, por ejemplo. En caso contrario, si queremos imprimir, AdobeRGB va a dar mejor resultado en la conversión al espacio de impresión que sRGB (mejor huir de los sitios que pidan sRGB para imprimir). Si no vamos a imprimir pero queremos subirlo a una web se puede convertir la foto a sRGB sin ningún problema y ya está.
No hay ningún inconveniente en convertir una foto de AdobeRGB a sRGB, es fácil que la foto se sature un poco y se contraste pero eso se puede corregir; sin embargo convertir de sRGB a AdobeRGB es absolutamente inútil puesto que la información que se ha perdido al tener la foto en sRGB no vamos a poder “inventarla” para añadirla a la conversión.
Lo que sí es importante es tener claro en qué espacio están las fotos para saber qué se va a hacer después con ellas. Por ese motivo Canon nombra los archivos diferente: si están en sRGB empiezan como IMG_ y si están en AdobeRGB empiezan como _MG_
Las cámaras sólo nos permiten elegir entre AdobeRGB y sRGB pero hay espacios de trabajo mucho mejores que estos dos. Pero eso mejor para otra entrada…